Miles Davis
El sábado 28 de septiembre de 1991 Miles Davis murió después de entregar al público más de cuatro décadas de sonidos desafiantes, maravillosos y novedosos. Miles fue uno de los más grandes innovadores y pioneros del jazz. El toque de su trompeta tenía una inconfundible calidad, como la de una voz conversando, a ratos suave y lenta, a ratos rápida y ronca. Ya fuese balada, be-bop, modal jazz o funk, la música de Miles tocaba sentimientos y emociones profundas. Todos recordamos sus susurrantes, dolorosas baladas, así como sus notas fuertes pero fluidas, danzando con y contra el ritmo. Su música evolucionó a través de los años, pero siempre conservó un lenguaje de búsqueda audaz, casi agresivo, como un reto al convencionalismo, y entró en terrenos musicales desconocidos. Escuchar su música elevaba el pensamiento y el espíritu; y antes de que pudiéramos darnos cuenta, Miles ya iba en búsqueda de algo nuevo.
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